“La ilusión siempre está ahí presente y es la que te hace ejecutar las cosas. Mantenerla es ya difícil, pero hay que estar ahí encima Si quieres que sea chévere, que funcione…”

esto Nos decía Frank al comienzo de nuestra charla, y su visión no se refería solo a su reciente paternidad, sino que es algo que aplica a cada aspecto de la vida. “También me refiero a estar ahí, haciéndole el espíritu a la vaina con los chamos en la calle, patinando, grabando y tomando fotos. Haciéndole, tú sabes, esa parte”. 

Es que la cuestión es esa. No parar nunca. 

frank es una de las razones por las cuales 7c está en la argentina. gracias a su sabio consejo, que fue a la pasada, terminamos en la hermosa ciudad de buenos aires. este fotógrafo y artista con un largo recorrido de creaciones, nos comparte algo de su último trabajo, que consiste en piezas con “corte transversal de tablas recicladas y reordenadas en formas infinitas”.

Hace unos años en la galería bunker en san telmo, realizamos una muestra con la primera etapa de esta investigación. ahora, después de un buen tiempo de desarrollo, podemos ver cómo evolucionó a esta nueva etapa.

K: ¿En qué andas ahora?

F: Están pasando un montón de cosas. De repente fui al Darien con los migrantes, para hacer videos con la ONU. Y entregar esos productos que son un montón. Ahí sí quería estar y me lo tripeo. Y ese tipo de cosas me están saliendo, que son distintas vainas, de tecnología, de paneles solares con los indígenas. Como otras vainas, otros temas… Eso me lo tripeo burda. 

K: Y de la expo, ¿qué puedes contarnos?

F: Tenía varias piezas pero la galería tiene 14 espacios y eso me asustó. Cuando fui a verla ya le habían pintado las paredes y todo eso, así que llevé todo pero sentía que estaba corto. Me quedaban cosas también por terminar.

K: ¿Y qué tal? ¿Cómo fue la presentación? 

F: Justo para cuando estaba planeada la inauguración hubo una protesta en contra de la minería y se cerró como un mes y medio, brother. Así, todo como con barricadas, las cosas, la gente protestando…

K: ¿Y cuando hubo eso qué? ¿Te dio tiempo de seguir trabajando en las piezas? 

F: Claro. Con eso me emparejé. Porque venía de ser papá y con las chambas esas que te estoy diciendo. Entonces por primera vez podía acumular cosas porque siempre me pasaba que regalaba, vendía… Entonces poder verlo todo, que las cosas interactúan, verlas ubicadas y jugar con ellas fue clave.


Al tener uniones fijas, rígidas y resistentes, las piezas con las que venía trabajando Frank no se movían, pero podían interactuar entre sí como modulares que encajan, dándoles -de alguna manera- algo de movimiento, a pesar de su rigidez. 

F: Yo recuerdo que cuando estuve allá pegaba las piezas; quería que fueran rígidas porque cuando están pegadas tienen como más puntos de apoyo y tú puedes ver varias caras de la pieza distintas, en su tridimensionalidad.

Pero cuando no están pegadas tienen como una gravedad ahí que las hace que estén de pie. No pueden girarla en todos los ángulos.

Eso era como un paradigma para mí, una cosa que yo mismo me inventé. Pero la realidad es que si está suelta, está suelta y puede ser eso o puede ser cualquier otra posibilidad que se te ocurra. Como cuando patinas, de alguna manera.

No hay una limitación para hacer trucos de una manera o de otra. Los giros, el cuerpo, pueden ir a un lugar, hacia un lado o hacia el otro. Algo medio filosófico…

 K: Claro, recuerdo las piezas que presentaste en la Galería Búnker de Berlina… esta nueva expo sería como la continuación de ese proyecto, en una nueva etapa que encaraste con otra visión.

F: Si, yo estaba imaginándome todo en repisas, mesa, piso y de repente esta galería es pura pared, entonces me fui a la pared. Y estaba como, ¿qué mierda? Tengo que hacer cosas de pared pero después pensé en llevarlas a la pared y ver cómo responde. Con las piezas de la pared se abrió otra cosa. Fue espectacular. 

He aprendido un montón de cositas ahí en este tiempo. Me encanta. Y aún tengo un montón de cosas por hacer. 

K: Desde la vez que viniste a hacer la muestra que hicimos acá hasta ahora, el cambio sería que ya no las estás pegando y que tampoco ya están unidas

F: Esa es una pieza, es una oportunidad de que una pieza se pueda hacer grande, pequeña o mezclada. Esa es una manera Y no tiene que dejar de ser la otra, pero sí, las estoy dejando sueltas. Está vivo. En la galería todo se mueve, todo está vivo. La configuración que tiene es la que yo escogí como para mostrar, a la vez que es posible que pueda ser distinta. Está disponible para interactuar.

K: Intentaste algo y abriste una nueva puerta. 

F: Ajá, y luego seguir. Seguir y seguir y seguir. En ese juego, esa es la clave, papu. No parar, aunque sea que tú creas que es en vano.

K: Pienso un montón en eso. A veces la constancia de querer avanzar es lo que termina determinando lo que haces, porque si no te quedas ahí…

F:  Mantenerse en el trabajo. En el kaizen ahí… Un poquito, un poquito, un poquito… Porque, en muchas reflexiones pensé: ¿Sabes cuánta gente corta tablas? Como mil millones de personas cortan tablas para hacer cosas con ellas. Pero eso es como decir ¿Cuántos fotógrafos hay? ¿Cuánta gente que hace videos? ¿Cuánto todo está hecho o no hecho?

El tema ERes tú mismo, si tú quieres decir lo que sea, expresar lo que sea o hacer lo que se te cante el culo porque te gusta pintar o dibujar o tomar fotos y lo quieres mostrar de una manera u otra. Ya está. Es tu expresión. Y eso es lo que es bonito, apreciable y gozable, en su más puro estado.

@francisco_malaga_

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